Lo nuevo
Se reveló que la Fiscalía tiene en su poder cientos de conversaciones de WhatsApp de Miguel Quintero, hermano de Daniel Quintero, con hechos que serían materia de investigación sobre su papel durante la pasada administración de Medellín. Entre los mensajes figura una imagen con armamento compartida en un grupo el 6 de junio de 2020, acompañada según el reporte de la frase “¿Dónde está dando bala?”.
La explicación de Miguel Quintero
Consultado por el mismo medio, Miguel Quintero sostuvo que posee permiso para portar armas y que la foto corresponde a prácticas en entornos autorizados. Asegura que se trata de actividades deportivas/operativas legales, no de un escenario irregular.
Por qué importa
- Contexto judicial y político: los chats hacen parte de un paquete probatorio que la Fiscalía analiza en líneas de investigación sobre eventuales irregularidades en la alcaldía pasada. Más allá de la foto, el expediente incluye conversaciones, testimonios y videos.
- Debate público: la circulación de imágenes con fusiles y pistolas vinculadas a un familiar directo del exalcalde eleva la sensibilidad del caso y abre preguntas sobre conductas, permisos y protocolos en el manejo de armas.
Claves a seguir
- Cadena de custodia y peritajes: si la Fiscalía decide formalizar cargos o archivar, deberá explicar autenticidad, contexto y relevancia penal de los chats y de la imagen.
- Permisos y reglamentación: la defensa invoca porte y práctica legal. Toca verificar vigencia de permisos, lugar, fecha y reglas del polígono citado.
- Separar fuero mediático de prueba judicial: el material periodístico no sustituye decisiones de juez o fiscal; sí activa control social y exige respuesta institucional.
Qué dicen las partes (hasta ahora)
- Publicación periodística: exhibe extractos de conversaciones, fija una cronología y aporta la imagen como indicio.
- Miguel Quintero: niega cualquier conducta ilícita y recalca el marco legal de la fotografía (polígono/entrenamiento) y la existencia de permisos.
El caso exige máxima transparencia: si hubo excesos o delitos, que se documenten y sancionen; si se trata de prácticas deportivas formales, que la autoridad lo acredite con rigor. Medellín necesita hechos verificados, no ruido.

















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