El líder afrocolombiano Ray Charrupí, fundador de la reconocida organización Chao Racismo, generó un fuerte debate nacional al dirigirse al congresista Miguel Polo Polo para pedirle que no vuelva a ocupar la curul de las negritudes. Su postura abrió una discusión profunda sobre representación, identidad y el uso político de los espacios étnicos.
Charrupí afirmó que la curul afro es el resultado de décadas de lucha contra el racismo y la exclusión, y que su propósito es garantizar que las comunidades negras tengan una voz real en el Congreso. Por eso, sostiene que quienes aspiren a ese espacio deben estar alineados con sus agendas históricas: derechos colectivos, igualdad, acceso a oportunidades, reparación y lucha contra la discriminación.
El líder de Chao Racismo criticó lo que considera una tendencia a usar la curul como un “atajo político” sin compromisos claros con las comunidades, lo que según él debilita las causas afro y vacía de contenido una conquista social que costó décadas.
La discusión rápidamente se trasladó a redes sociales, donde miles de usuarios analizaron dos preguntas centrales:
- ¿Quién tiene legitimidad para representar a las negritudes?
- ¿Está cumpliendo la curul afro su propósito original?
Mientras sectores progresistas respaldan el llamado de Charrupí, sectores afines a Polo Polo defendieron su derecho a participar en la política sin exclusiones.
Lo cierto es que el debate vuelve a poner en el centro la importancia de la representación étnica, un tema clave en un país donde el racismo estructural sigue siendo una realidad. La conversación apenas comienza, y promete marcar la agenda política de cara a las próximas elecciones.













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